LA INVESTIGACIÓN EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

LA INVESTIGACIÓN EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

I.A MSc. PhD. Jorge Fernando Navia Estrada

1. INTRODUCCIÓN

Los esfuerzos realizados por las entidades vinculadas a la investigación y desarrollo de alternativas tecnológicas se han concentrado principalmente en la generación de conocimientos altamente especializados, si bien útiles, difíciles de aplicar en la producción agropecuaria de manera práctica, especialmente por los pequeños productores, debido a sus altos costos. Además, las investigaciones agrotecnológicas no se han ajustado bien a la realidad técnica, ecológica y socioeconómica de estos agricultores (Navia, 1994).

La investigación en Sistemas de Producción surge:  a)  como alternativa para lograr una mayor comprensión de fenómenos complejos como suelen ser los sistemas de producción agropecuaria (Hart, 1985);  b)  como resultado de una revisión crítica del impacto de la Revolución Verde en las condiciones técnicas y agroeconómicas de los pequeños productores de América Latina, Asia y África (Escobar y Berdegué, 1990);  c)  como estrategia de acción dirigida al desarrollo de un universo específico de productores;  d)  como metodología de investigación adaptativa y  e)  como concepto filosófico aplicable a la investigación, la extensión y el desarrollo agropecuario (Ruíz, s. f.).

Con el devenir de este nuevo enfoque de investigación se han acuñado términos y conceptos que por la flexibilidad y liberalidad con que se han manejado, pareciera, sin serlo, que carecen de significado preciso y de objetividad.  Conviene, entonces, precisar su definición para una mejor comprensión y aplicación.

2. EL ENFOQUE DE SISTEMAS EN LA INVESTIGACIÓN AGROPECUARIA DEL NIVEL LOCAL

Siempre se ha esgrimido, como argumento válido, que la Investigación en Sistemas de Producción se adoptó ante la imposibilidad de entender los procesos agrícolas, caracterizados por una alta interacción entre sus elementos, si se seguían estudiando solamente los detalles y no se profundizaba en el conocimiento de la relación existente entre la estructura y la función del sistema (Hart, 1985).  También se ha dicho, que los procedimientos convencionales de la investigación disciplinaria no han sido apropiados a las circunstancias y entorno socio cultural y económico de los productores (Escobar y Berdegué, 1990).

Se destaca, que al asumir el enfoque de sistemas se induce al investigador a incorporar en sus estudios todos los elementos que influyen sobre una decisión o una respuesta, o sobre la comprensión de un fenómeno, dentro de límites definidos (Parra, 1991).  Entonces, más que cambios procedimentales o metodológicos, se busca modificar la aptitud mental de los investigadores hacia la forma de apreciar las cosas, de abordar al estudio de los fenómenos y de relacionarse con los productores y con los investigadores.

De todo cuanto se ha dicho y escrito sobre la Investigación en Sistemas de Producción, lo esencial resulta ser el adecuado conocimiento de las circunstancias del productor, para que la tecnología que se genere sea elaborada a la medida de las dichas circunstancias, así como de sus limitaciones y posibilidades (Escobar y Berdegué, 1990).  Lo anterior presupone la participación activa del productor, en todo el proceso de investigación, por lo que cualquier metodología de trabajo debe de tener intrínseco este factor primordial.  Sin embargo, hay que reconocer, que la mera participación del productor, por sí sola, no garantiza el éxito en la generación y transferencia de tecnología que se produzca y que es necesario e imprescindible tener en cuenta el entorno socioeconómico de la región, pues ésta, como espacio geográfico que es, posee características agroclimáticas definidas y condiciones generales de población, infraestructura, mercado y política estatal que repercuten directamente sobre la producción agropecuaria (Miranda et al, 1989).  Surge entonces, que además de involucrar al productor como sujeto de la acción investigativa, se debe efectuar análisis de los sistemas agrícolas a su interior y exterior, como principios claves de la Investigación en Sistemas de Producción.

Concomitente con el punto anterior, el enfoque de sistemas implica la homogenización y delimitación de áreas de interés, la tipificación y clasificación de los sistemas de finca y/o de producción existentes como base para la determinación de grupos de productores de relativa similaridad en sus características y un análisis de los sistemas priorizados para analizar las relaciones entre sus elementos constitutivos internos y las interacciones con los demás subsistemas del sistema regional de estudio.  Todo lo anterior para definir de la mejor manera posible las necesidades de investigación y de transferencia tecnológica.

En síntesis, la Investigación en Sistemas de Producción reconoce que los productores en su proceso productivo no solamente tienen en cuenta las condiciones ecológicas que los supeditan, sino las potencialidades y limitantes económicas, sociales y políticas de cada región, así como los diferentes factores sobre los que se pueden concebir, razonablemente, acciones para encausar el desarrollo agrícola, conforme al interés general (Dufumier, 1990).

3. CONCEPTO DE USO CORRIENTE EN INVESTIGACIÓN EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN.

El desarrollo de la Investigación en Sistemas de Producción, por su gran dinamismo, ha acuñado una gran variedad de términos y definiciones que es necesario conocer para evitar confusiones y malas interpretaciones.  Sin embargo, tampoco debe llegarse al extremo de tomar las definiciones como dogmas, pues éstas deben adaptarse a las situaciones concretas de cada situación o proyecto, conservando, eso sí, el concepto que les da origen y sustento.

Algunas definiciones y términos de uso corriente son:

–     Enfoque de Sistemas

–     Sistema general

–     Agroecosistema

–     Sistema de producción

–     Jerarquía de los sistemas agrícolas

–     Elementos de un sistema:

–       Límites

–       Entradas

–       Componentes

–       Interacciones entre componentes

–       Salidas

–       Administración

–       Estructura y función de un sistema

–       Unidad de producción

–       Dominio de recomendación

3.1  Enfoque de sistemas

Según Ruíz (s. f.) el enfoque de sistemas consiste en una estrategia de investigación fundamentada en que:  1)  el desarrollo de tecnología relevante y viable para los productores debe basarse en un conocimiento completo del sistema real de la finca y que  2)  la tecnología debe avaluarse no solamente en términos de su desempeño técnico sino también en términos de su identificación con las metas, necesidades y condiciones socioeconómicos del sistema de finca, así como del productor como elemento central.

Ruano (1989) plantea que una de las bases filosóficas del enfoque de sistemas es la participación.  Participación, no solamente entre los miembros del equipo de trabajo y de las instituciones involucradas, sino también entre los miembros de las comunidades del área del proyecto.

El enfoque de sistemas como estrategia básica de una entidad de investigación agropecuaria, no trata tanto de técnicas e instrumentos, como sí de la adopción, por parte de todos los investigadores vinculados a dicha organización, de una nueva postura con relación a la investigación, en la cual una visión globalizante del sistema de producción se torna en componente esencial (Gastal, 1980).

3.2  SistemaSistema es cualquier conjunto de elementos o componentes relacionados que interactúan entre sí (Norman, 1980, citado por Ruíz, s. f.).  O también, un arreglo de componentes físicos, un conjunto o colección de cosas, unidas o relacionadas de tal manera que forman y actúan como unidad (Becht, 1974; citado por Hart, 1985).

En los sistemas, no importa a que situación de la realidad pertenezca, supone tres conjuntos internamente asociados:  conjunto de elementos, conjunto de actividades o acciones y conjunto de relaciones (Gastal, 1980).

Según estas definiciones, un sistema puede ser tan amplio (el universo, por ejemplo), o tan pequeño (por ejemplo, la célula) como se quiera.  Lo importante es saber definir el sistema objeto de nuestro trabajo y acción investigativa.

3.3  Agroecosistema

El agroecosistema es un ecosistema modificado, en menor o mayor grado por el hombre, para la utilización de los recursos naturales en los procesos de producción agrícola, pecuaria, forestal o de la fauna silvestre (Hernandez, 1977; citado por Parra, 1991).  En la finca, los agroecosistemas son las parcelas de tierra donde se realizan las actividades para producir los cultivos y/o los animales (Hart, 1985).

Para la determinación de un agroecosistema, además de los factores ambientales de clima y suelo determinantes de un ecosistema se deben tener en cuenta factores de orden económico, social y cultural.  Un agroecosistema, es producto de la interacción de factores fisicobiológicos, socioeconómicos y culturales (Ruano,1989)>

3.4  Sistema de Producción

Los sistemas de producción son el conjunto de procesos  de trabajo de cada sector de la producción, que comparten el mismo grado de desarrollo de las fuerzas productivas, y que pueden identificarse por las propiedades de sus elementos participantes, la dinámica de las relaciones (organización del trabajo, estrategia adaptativa o de control, tec. o, la intensidad del uso del suelo y la productividad de la fuerza de trabajo (Parra, 1991).

Los sistemas productivos son subsistemas de los agroecosistemas y se clasifican en sistemas de cultivo y de animales, en donde, como cualquier otro sistema son arreglos espaciales y cronológicos de componentes, con entradas y salidas (Hart, 1985).  Estos no solamente obedecen a factores endógenos a la finca, sino que también responden a las influencias exógenas de diverso carácter (Ruíz, s. f.).

En la práctica, los sistemas de producción se caracterizan, entre otros aspectos, por la tecnología aplicada por los productores como consecuencia del acceso a los recursos productivos (tierra, capital y mano de obra), la relación con el ambiente ecológico (clima, suelo) y su vinculación con el ambiente socioeconómico (mercado, asistencia técnica, riesgo, etc.).

3.5  Jerarquía del sistema agrícola

La jerarquía de los sistemas agrícolas hace referencias a que éstos interactúan verticalmente, de arriba hacia abajo y viceversa, para formar los procesos de producción agrícola (Hart, 1985), ya que es necesario ubicarse en el sistema de estudio para evitar ambigüedades (Ruíz s. f. ).

El principio de los tres niveles mínimos de los que habla Hart (1985), establece que la investigación agrícola no tiene que abarcar toda la jerarquía existente (de la región a un cultivo o animal), pero que sí debe estudiar, por lo menos, tres niveles a la vez.  La unidad de prioridad es un nivel, la finca por ejemplo, pero para definir las entradas a esta unidad, o sea el ambiente donde funciona como subsistema (la región).  Para describir y entender el sistema prioritario, también es necesario estudiar los subsistemas de esta unidad (sistemas de cultivos y/o animales).

La jerarquización de un sistema mayor, como el sistema agrícola, en subsistemas es imprescindible para que la investigación no caiga en la generalización, al tomar como objeto de estudio un sistema demasiado amplio, ni en el detalle, que complique el análisis o que la empuje al reduccionismo (Saravia, 1985).

3.6  Elementos de un sistema

Los elementos de un sistema, son las partes que lo componen y configuran.  Estos elementos pueden estar dentro del sistema (componentes) o fuera de él, pero dentro de sus límites.  Los elementos del sistema finca, son:

–     Límites

–     Entradas

–     Componentes

–     Interacción entre componentes

–     Salidas (Productos)

–     Administración

La administración de los elementos de un sistema es el primer paso para estudiar un fenómeno, cuando se aplica el enfoque de sistemas (Hart, 1985).

Límites del sistema:  Son los que ubican o definen un sistema cualquiera.  Estos buscan identificar lo que queda dentro y fiera del sistema para permitir su estudio o análisis.  En sistemas agrícolas los límites no son tajantes, por lo que se acepta traslape con límites de otros sistemas.

Los límites de un sistema pueden ser tangibles (áreas geográficas, linderos de una finca, por ejemplo), y abstractos o conceptuales (por ejemplo, los sistemas de producción campesina, o un estrato de productores determinado).  Una combinación de límites tangibles y conceptuales es común en nuestros estudios de sistemas agrícolas.

En nuestro caso, los límites de los sistemas de interés están fijados por la región geográfica de influencia de los CRECED, y dentro de éstos, las zonas agroecológicas homogéneas, las áreas específicas de trabajo, los dominios de recomendación y los sistemas de producción seleccionados.

Entradas:  Constituyen los flujos que ingresan al sistema y que proceden de fuera de éste.  Las entradas pueden ser modificables o inmodificables.  Las modificables pueden ser cambiadas por los productores (semillas y pié de cría, insumos, mano de obra, etc.), y inmodificables no pueden serlo (clima, topografía, etc).

Componentes:  Para Hart (1985), los componentes de un sistema son los componentes básicos, la materia prima del sistema; y para Saravia (1985), son los principales constituyentes que aparecen relacionados para formar el sistema.

Los componentes se pueden asimilar a los subsistemas.  Por ejemplo, en el sistema finca los componentes o subsistemas son de carácter biofísico y socioeconómico; los biofísicos son:  el suelo, los cultivos, los pastos, los animales las malezas, las plagas y enfermedades.  Los socioeconómicos son el productor y su familia, la maquinaria y equipos, la infraestructura, la vivienda, los recursos financieros y la mano de obra.

Interacción entre componentes:  Las interacciones entre los componentes de un sistema pueden ser de diferentes formas, dependiendo de la relación existente entre éstos:  directas, cíclicas y de competencia.  La interacción directa es cuando la salida de un componentes la entrada de otro y suele llamarse interacción de una sola vía.  La interacción cíclica o de doble vía, es cuando hay retroalimentación entre los componentes.  La interacción de competencia es cuando dos componentes compiten por una misma entrada..  En un mismo sistema puede presentarse todos los tipos de interacción, por lo que es importante saber establecerlas correctamente.

Salidas:  Son los flujos o productos que salen del sistema hacia el medio ambiente o exterior del mismo.  Muchas de las salidas, en los sistemas de finca, las constituyen los productos agropecuarios.  Por ejemplo:  leche, carne de pié o canal, crías, grano de soya, sorgo, maíz, frijol, choclos, humus, etc.

Administración del sistema:  Hace referencia a la parte orgánica y decisoria del sistema.  Generalmente está integrada por el productor, , campesinos o empresario y a su cuerpo de asesores o asistentes técnicos.  Constituye le cabeza del sistema, de donde es posible establecer las modificaciones, que se pretendan para el sistema, a través de la toma de decisiones tecnológicas y administrativas.

3.7  Estructura y función del sistema

La estructura de un sistema está dada por el número, el tipo y la interacción entre componentes (Hart, 1985).  El número de componentes influye sobre la simplicidad o complejidad de los sistemas.  El tipo de componentes determina en gran medida la orientación del sistema y su grado de interacción.  La interacción entre componentes es considerado el factor de mayor peso en la determinación de la estructura de los sistemas.

Para Hart (1985), la función de un sistema se define en términos y procesos y está relacionada con la recepción de entradas y la producción de salidas.  La función como proceso puede caracterizarse aplicando los criterios de productividad, eficiencia y variabilidad.  Las características de la función, son resultado directo de la estructura del sistema.

Para nuestro caso, los indicadores productivos de las fincas o unidades de producción sirven para determinar las características de la función del sistema y para evaluar el comportamiento de la estructura que da el soporte.  El relacionar la estructura con la función constituye el análisis del sistema

3.8  Unidad de producción agropecuaria

La unidad de producción constituye el conjunto de objetos, medios y fuerza de trabajo que se conjuntan en un espacio concreto (parcela, potrero, rodal(1982 ).

Según Bettelheim (1978), citado por Parra (1982) las unidades de producción pueden ser definidas como conjuntos de procesos de trabajo que son dominados o controlados por una unidad de dirección, llámese gerencia, jefe de familia, o consejo de administración cooperativa.

La unidad de producción, entonces, puede ser la finca, ésta es tomada como un todo; o una parte de la misma si existe diferenciación en el manejo de producción.  También puede darse que dos o más parcelas o fincas constituyan una sola unidad de producción.  También puede darse que dos o más parcelas o fincas constituyan una sola unidad de producción, si tienen el mismo plan de manejo.

3.9  Dominio de recomendación

Este concepto fue propuesto por el CIMMYT (1976) y originalmente se definió como “agricultores dentro de una zona agroclimática cuyas fincas son similares y que usan similares prácticas” (Perrin et al, 1976, citado por Escobar y Berdegué, 1990).

Posteriormente, el término evolucionó hasta corresponder a ‘un grupo de agricultores relativamente homogéneos, con circunstancias similares, para quienes podemos hacer más o menos la misma recomendación” (Byerlee et al, 1980, citado por Escobar y Berdegué, (1990).

Collinson (1983), también citado por Escobar y Berdegué (1990), propuso que los dominios de recomendación eran “estratos de productores en los cuales se maximiza la variación entre grupos y se minimiza la variación dentro de cada grupo”.

Debe enfatizarse que “el dominio de recomendación es un grupo de agricultores, no una zona geográfica o un tipo de suelo.  Los dominios se componen de agricultores porque son éstos y no los tipos de suelos, los que toman decisiones sobre los nuevos elementos tecnológicos” (Harrington y Trip, 1984, citados por Escobar y Berdegué, 1990).

4. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

4.1  DEFINICIÓN DEL SISTEMA OBJETIVO

Nuestro sistema objetivo es una región, entendiendo éste como una realidad geográfica constituida por regiones caracterizadas por la presencia de productores, fincas y sistemas de producción, que conforman diversos agroecosistemas, influenciados en mayor o menor grado por factores internos y externos a la región.  Lo anterior conlleva a que las regiones sean consideradas como el escenario propicio para integrar los objetivos Corporativos y del Desarrollo Rural.  Sin embargo, dadas las limitaciones de recursos existentes y a que sería prácticamente imposible e inoperante atender toda el área de jurisdicción de la región, se hace necesario identificar y clasificar subsistemas más manejables y funcionales, con el convencimiento de que a medida de que se avance en el conocimiento de situaciones particulares se avanza en conocer el sistema global de interés.  En este sentido, se proponen las siguientes acciones:

4.1.1  ZONIFICACIÓN DE ÁREAS AGROECOLÓGICAS HOMOGÉNEAS.  SELECCIÓN Y PRIORIZACIÖN.  DETERMINACIÓN DE ÁREAS DE TRABAJO.

La zonificación de áreas agroecológicas homogéneas y la determinación de factores de insostenibilidad es un trabajo que toda región elaboró recientemente.  Estos dos aspectos, en conjunto, permiten la selección y priorización de zonas agroecológicas y la determinación de áreas de trabajo de mayor importancia e impacto, teniendo en cuenta aspectos como:  representatividad; sistemas de producción imperantes; tipo y número de productores; tenencia de la tierra; elementos de insostenibilidad; experiencias de trabajos anteriores; grado de participación comunitaria; importancia económica de la producción agropecuaria; presencia institucional; infraestructura; políticas gubernamentales; instituciones y gremiales; restricciones y potencialidades.

La zonificación y priorización de áreas agroecológicas homogéneas es un paso previo importante para adelantar la tipificación y clasificación de los sistemas de finca como base para la determinación de grupos homogéneos de productores (Dominios de recomendación), que se proponen como grupos de población objetivos de los proyectos de investigación y transferencia de tecnología agropecuaria.

 

FORMULACIÓN DEL MODELO MENTAL.

Defenidos los dominios de recomendación a partir de ciertas variables que facilitan la tipificación de las fincas, es necesario describir preliminarmente, los sistemas modales predominantes en los dominios de recomendación priorizados.  Estos modelos con sus elementos, facilitan el conocimiento de la estructura y función de los sistemas productivos en estudio.  Otro elemento del modelo mental, es pues, entender que las decisiones de los productores como resultado de su adaptación a las condiciones internas y externas que supeditan la producción agropecuaria está dada a través de los sistemas de producción.

El análisis de los sistemas modales, entre productores, investigadores y extensionistas, debe conducir a la definición de necesidades de investigación y transferencia de tecnología.  Resulta, por lo tanto, otro elemento del modelo mental, cual es el de la posibilidad de analizar y confrontar los modelos preliminares de los sistemas de producción por grupos de productores priorizados, con otros modelos alternativos o mejorados, para la búsqueda de mayor eficiencia, en concordancia con los objetivos propuestos.

En síntesis, el modelo mental formulado, parte de que exíste variada gama de regiones productivas; diversos tipos de productores; diferentes condiciones de producción y que la manifestación de estas situaciones está dada por los sistemas de producción agropecuarias de que es posible dar cuenta en una área de trabajo determinada y que además, éstos son susceptibles de ser mejorados a través del proceso investigación-transferencia-adopción tecnológica.

4.3  RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN.

Para operativizar el modelo definido es necesario acudir al modelo del sistema, el cual se logra por la recolección de información tanto de fuentes secundarias como del mismo productor.  Esta información debe facilitar los siguientes pasos metodológicos:

4.3.1  TIPIFICACIÓN Y CLASIFICACIÓN DE SISTEMAS DE FINCAS

Según Hart (1990), las fincas como cualquier otro organismo, se pueden agrupar en conjuntos según su similaridad.  Hasta el momento, los sistemas de finca se han categorizado en pequeñas o grandes, de subsistencia o comerciales, en agrícolas, ganaderas o mixtas, pero no han sido sistemáticamente clasificadas como sistemas de valor agregado que son.  Por lo anterior, el mismo Hart (1990) han identificado los siguientes grupos de descriptores para facilitar la tipificación de fincas:

–     Localización geográfica y agroecológica.

–     Tamaño  (has) y tenencia de la finca.

–     Mano de obra:  familiar y contratada, disponible y empleada en la finca y fuera de ella.

–     Capitalización de la finca:  ingresos brutos/unidad de área/unidad de tiempo.

–     Nivel de desarrollo tecnológico.

–     Sistemas de producción existentes:  cultivos, animales, etc.

–     Productividad biológica:  producción/unidad de área/unidad de tiempo.

–     Calidad del suelo  y el agua:  suelos arables, riego, etc.

–     Composición del ingreso familiar.

–     Tipo y grado de articulación con los mercados de productos.

–     Capacidad de gestión. metas y habilidades de los productores.

Para facilitar la tipificación y clasificación de los sistemas de finca se debe recurrir a las fuentes secundarias (UMATAs, entidades vinculadas a la región, Catastro, IGAC,

Corporaciones Regionales, Asociaciones de Usuarios, Juntas Comunales, Agremiaciones, etc.).  La información recogida se debe constatar en el área de trabajo directamente, ojalá con apoyo cartográfico (Escalas 1: 50.000 ó 1: 25.000) y el aporte de informantes claves, ya sean productores, extensionistas o personas conocedoras de la región.

Los productores que conforman los conjuntos de fincas similares, constituyen los dominios de recomendación.  La priorización de éstos debe hacerse buscando la mayor representatividad posible dentro del área de trabajo, su impacto en el desarrollo regional, así como el interés institucional o gubernamental por algún grupo de productores en especial.  Definidos y priorizados los dominios de recomendación el siguiente paso metodológico es:

4.3.2  CARACTERIZACIÓN DE LOS SISTEMAS MODALES POR DOMINIO DE RECOMENDACIÓN.  IDENTIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA Y FUNCIÓN.

Cada dominio de recomendación en particular manifiesta su similaridad en sistemas productivos relativamente homogéneos que constituyen una especie de moda o costumbre (Sistemas modales).

Para identificar la estructura y la función de los sistemas de producción modales, por dominio de recomendación se sugiere aplicar la técnica del Sondeo, pues esta herramienta metodológica permite caracterizar y analizar sus interacciones, problemas, factores limitantes y racionalidad (Ruano, 1989).  Adicionalmente se podrán tomar algunos elementos del Diagnóstico Rural Rápido (Rietbergen McCracken, 1991), como el ordenamiento de preferencias por conjuntos de productores, la cuantificación de factores productivos, la diagramación de interacciones y de transectos o cortes transversales.

El Sondeo, según su autor debe ser realizado por un grupo interdisciplinario de investigadores, productores y extensionistas de la región de estudio, quienes a través de observación directa y encuesta estructurada, realizan toma de información necesaria para planificar y ejecutar experimentación en fincas, aunada al concepto de dominio de recomendación.  Con ésta técnica, los agricultores representativos del dominio de recomendación analizado, se seleccionan al azar dentro de los que se encuentren y deseen conservar con los investigadores.

Las entrevistas claves no necesitan ser muy numerosas, especialmente si se encuentra homogeneidad de características.  Bastará con dos o cuatro productores y de dos a tres personas más por dominio de recomendación.

Si partimos de la finca como sistema primordial de análisis, debemos recaudar información sobre los siguientes aspectos:

*      Límites o tamaño de las fincas

–     Componentes de las fincas:

–     Componente social

–     Componentes físicos

–     Componentes bióticos

*      Sistemas de producción:

–     Sistemas de producción agrícolas

–     Sistemas de producción pecuarios

–     Sistemas de producción mixtos

*      Sistemas de producción agrícolas o de cultivos:

–     Tipos de cultivos

–     Tecnología local relevante

–     Sistemas de cultivos (arreglo espacial y cronológico)

 

*      Sistemas de producción pecuarios o de animales:

–     Tipos de explotaciones

–     Tecnología local relevante

–     Sistemas pecuarios (arreglo especial y cronológico)

*      Plagas y parásitos:

–     De presentación frecuente en los sistemas de cultivos

–     En los animales

–     Control

*      Enfermedades:

–     De presentación frecuente en los cultivos

–     En los animales

–     Control

*      Malezas:

–     Tipos de malezas

–     Frecuencia de aparición

–     Control

*      Interacciones entre componentes del sistema:

–     Interacciones entre componentes del mismo tipo

–     Interacciones entre diferentes tipos de componentes

–     Tipo de interacciones:

–     Interacción directa

–     Interacción cíclica

–     Competencia

 

*      Entradas  al sistemas:

–     Entradas inmodificables:

–     Altitud (msnm)

–     Precipitación:  cantidad y distribución

–     Temperatura:  promedio, mínima y máxima

–     Radiación solar

–     Humedad relativa

–     Otras que se consideren de importancia

*      Entradas modificables:

–     Dinero, incluye crédito

–     Mano de obra contratada

–     Insumos

–     Maquinaria y equipos

–     Semillas y pié de cría

–     Asistencia técnica

–     Otras de interés

*      Salidas del sistema

–     Productos

–     Dinero

–     Otras

La información obtenida en esta fase del diagnóstico debe facilitar la confrontación con los investigadores de los programas regionales y los representantes de otras entidades, organizaciones o instituciones vinculadas a la región.  Se sugiere la realización de un taller que permita obtener un diagnóstico institucional, con base en la problemática identificada y las propuestas brindadas para la solución de la misma.

4.3.3  ANÁLISIS DEL SISTEMA MODAL

Tal como la indica Hart (1985), el análisis de un sistema cualquiera tiene como meta principal llegar a entender la relación existente entre la estructura y la función del mismo para alcanzar objetivos prácticos.  En nuestro caso se trata de conseguir una mayor eficiencia tecnológica.

La estructura del sistema está compuesta por un conjunto de relaciones internas y estables que, de manera articulada, determina la función que cumplen los elementos dentro de la totalidad del sistema (Harnecker, 1982, citado por Parra, 1982).  De manera práctica, la estructura de un sistema puede definirse según el número, el tipo o el arreglo de interacción entre componentes.  Sin embargo, el factor más importante es el arreglo entre los componentes (Hart, 1985), por lo que debe hacerse mayor énfasis en este aspecto.

Para Hart (1985), la función del sistema está dada por los procesos que realiza el sistema para cumplir con sus objetivos.  Esta se puede caracterizar a través de la relación de entradas y salidas:  producción (cantidad de salidas); eficiencia (la salida dividida por la entrada) y la variabilidad (cambios en la producción según diversos factores).

Las características de la función son un resultado directo de las existentes para la estructura del sistema.  Por lo tanto, los indicadores productivos; los parámetros de producción y los rangos de la producción, en los sistemas modales, son la base para efectuar al análisis de éstos.

Los pasos principales en el análisis de un sistema son:  identificación del sistema en estudio; construcción de un modelo conceptual y preliminar del sistema; validación del modelo preliminar, y modificación y revalidación del modelo si es necesario (Hart, 1985).

La identificación del sistema, además de definir sus elementos, debe enfatizar en las interacciones existentes, para con base en ellas conceptualizar sobre el sistema estudiado.

Así mismo, se deberá aplicar el principio de los tres niveles mínimos de la jerarquía de sistemas agrícolas, identificando el sistema mayor del cual es subsistema prioritario y los subsistemas que conforma éste.

4.3.4  IDENTIFICACIÓN DE NECESIDADES Y PRIORIDADES DE INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA.

El análisis de la finca y/o los sistemas de producción, aplicando el enfoque de sistemas y con la participación activa de productores e investigadores, facilita la identificación de las contradicciones internas, y la forman en que, en determinadas circunstancias, estas contradicciones conducen a un cambio cualitativo del sistema y a su evolución (Parra, 1982).

Identificadas las contradicciones, limitantes o problemas del sistema en estudio y de los factores externos de influencia, se procede a determinar cuáles obedecen a factores controlables (dosis de fertilizantes, composición de la dieta, genotipo, etc.), y cuales a factores incontrolables (geología, clima, políticas, etc.).  De esta manera, se establece una primera priorización de situaciones.  Simultáneamente se deben identificar cuáles situaciones poseen alternativas de situación comprobadas y probadas en relativa homogeneidad de circunstancias y cuáles carecen de ellas.

Las alternativas potenciales deben someterse a análisis ex-ante, con métodos como el presupuesto parcial y la programación lineal.  Con los resultados obtenidos se establece el balance costo-beneficio para proceder a elegir la mejor alternativa.  Posteriormente, se realizan pruebas experimentales directamente en terrenos de los productores mismos y allí sufren otro análisis más concienzudo, para determinar la alternativa a transferir.

 

5. CONCLUSIONES

La investigación en sistemas de producción plantea nuevos retos, compromisos y metodologías.  Los retos han sido suficientemente discutidos y tienen que ver con alcanzar mayores niveles de adopción que los logrados con la investigación convencional.  Los compromisos son fundamentalmente con los productores, ya que se plantea investigación por demanda y para satisfacer problemas reales y concretos de la producción.  Las metodologías son guías o pautas, que propenden asumir con éxito los retos propuestos y los compromisos adquiridos.

Sin embargo, lo principal de todo cuanto se pueda considerar de novedoso en la investigación de sistemas de producción está en la capacidad de cambio que pueda lograrse en la aptitud mental de los investigadores:  de un enfoque disciplinario, reduccionistas, altamente especializado; se debe pasar a uno sistémico, integral, holístico.  De considerarse el centro del proceso investigativo, el hacedor de la verdad y la fuente de todo conocimiento; se debe pasar a entender que el productor es la razón de ser del trabajo de investigación, que éste posee conocimientos válidos para sus condiciones y que debe ser tenido como miembro activo del equipo investigador.

La metodología propuesta, conduce al análisis del sistema de producción, de sus interacciones con los otros sistemas de la región de estudio y con los subsistemas que lo conforman.  El diagnóstico para señalar la problemática tecnológica a solucionar en los sistemas de producción, requiere de la participación de los investigadores de los niveles local y regional de CORPOICA.  De esta forma, se garantiza que tanto los unos como los otros puedan interactuar “in situ” con los productores y ahondar en el conocimiento de sus sistemas de producción.

 

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11. PARRA, M. 1982.  Aspectos metodológicos en la investigación de sistemas pecuarios.  In memorias del primer seminario nacional sobre sistemas de producción pecuaria, nov. 15-16/82.  U. Autónoma de Chapingo, México.  21p.

12. ———-.  1991.  El agroecosistema:  un concepto básico para entender el cambio tecnológico.  In memorias del primer simposio nacional sobre Agricultura Sostenible:  una opción para el desarrollo sin deterioro ambiental.  U.  Autónoma Chapingo.  Colegios de posgraduados.  70p.

13. RIETBERGEN-MCCRACKEN, J. 1991.  Diagnóstico Rural Rápido:  un manual.  Internacional Institute for Environment and Development.  London, Inglaterra.  35p y anexos.

14. RUANO, S. 1989.  El Sondeo:  Actualización de su metodología para caracterizar sistemas agropecuarios de producción.  IICA-RISPAL.  San José, C. R. 87p.

15. RUÍZ, M. E. s.f.  El enfoque de Sistemas en la Investigación Pecuaria y su metodología en América Latina.  26p.

16. SARAVIA, A. 1885.  Un enfoque de sistemas para el desarrollo agrícola.  IICA, San José, C. R.  265p.

 

 

3 comentarios en “LA INVESTIGACIÓN EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

  1. Hola, quien tenga artículos científicos sobre la clasificación de sistemas de producción, ó en su caso sitas bibliográficas sobre estos le agradece´re me los haga llegar.

    saludos

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